martes, 7 de abril de 2015

La niña de la selva (1)

Es curioso que las dos islas más grandes de la Tierra tengan una población tan reducida. La primera, Groenlandia, sólo tiene unos 56.000 habitantes. Si tenemos en cuenta que Groenlandia está en el Ártico y casi la totalidad de la isla está cubierta por glaciares, se entiende que tenga una población tan escasa. Siguiendo estos parámetros, sin embargo, la segunda isla más grande del mundo debería estar densamente poblada, y no es así.

Nueva Guinea, a pesar de estar ubicada en zona tropical y tener unos suelos extremadamente fértiles, sólo tiene 11 millones de habitantes. La segunda isla más grande del mundo, pues, tiene una densidad de sólo 14 hab/km2; para daros una referencia, la no muy poblada Irlanda tiene una densidad de 74 hab/km2: 5 veces más!

Y, con la mano en el corazón, ¿cuántos de vosotros seríais capaces de decir algo de Nueva Guinea o, por ejemplo, qué países forman la isla, e incluso, donde está situada? A pesar de ser, pues, la segunda isla más grande del mundo, Nueva Guinea es una gran olvidada y la podríamos catalogar como remota simplemente porque nadie le ha hecho nunca mucho caso!




La isla de Nueva Guinea está al norte de Australia, justo por debajo de la línea del ecuador. La forman dos países; al este, Papúa Nueva Guinea, y al oeste, la región indonesia de Papúa. La frontera que separa ambos países es una línea recta, exacta, que sigue el meridiano 141 para dividir la isla en dos partes prácticamente iguales. Quien quiera seguir la frontera puede hacerlo sin tocar el volante del coche.



Pero si miráis bien en el mapa, en la parte sur de la isla, la frontera hace un pequeño mordisco en territorio indonesio. Fijaos:



A qué viene esta protuberancia en una frontera que, en la parte norte, ignora ríos, montañas o cualquier otra cuestión orográfica? Como siempre, todo tiene una explicación y, en este caso, es un poco sanguinaria. Pero, ¿para que os lo pueda explicar, dejadme antes de que os ponga en antecedentes ...


La isla de Nueva Guinea tiene una orografía muy complicada; es extremadamente montañosa, con algunos picos que llegan a más de 4.800m, y gran parte de la superficie ocupada por grandes extensiones de selva impenetrable. La presencia de humanos comenzó hace 40.000 años y, a partir de ese momento, la isla fue recibiendo varias olas migratorias. Los orígenes diversos (australianos, austronesios, melanesios, ...) y la orografía han provocado que los diversos grupos de pobladores hayan, en muchos casos, vivido bastante aislados unos de otros, en valles inaccesibles rodeados de densas selvas. Algunas de estas tribus han estado, hasta hace poco, viviendo en el paleolítico, que en 3 conceptos significa: 1-No escritura (prehistoria), 2-No agricultura y 3-Herramientas de piedra (no han descubierto la metalurgia ).



Y algunas de estas tribus conservaron, hasta bien entrado el siglo XX prácticas rituales o guerreras de canibalismo y cazadores de cabezas. Y he aquí la explicación del porque no toda la frontera es una línea recta:

En 1896, la frontera aún seguía exactamente el meridiano 141ºE. Al este, en la actual Papúa Nueva Guinea estaba la colonia británica (y futuro Papúa Nueva Guinea), y el oeste estaba bajo dominio de los holandeses (futura región indonesia de Papúa). Durante aquellos años, el gobierno colonial británico estaba llevando a cabo una campaña militar contra las tribus que practicaban el canibalismo. La mejor manera de adentrarse en las remotas valles del interior de la isla era remontando el río Fly (véase el mapa un poco más hacia arriba). El problema venía porque, durante unos pocos kilómetros de su recorrido, el río Fly entraba ligeramente dentro de territorio holandés, para volver a salir al poco. A las patrullas militares británicas les era complicado conseguir los permisos para cruzar territorio holandés y, cuando lo conseguían, los Cazadores de Cabezas ya habían desaparecido en la selva.



Así pues, se negoció una modificación de la frontera: el río Fly quedó en su totalidad en territorio británico y, a cambio, desde el río hasta la costa sur, la frontera se desplazó ligeramente para compensar la superficie que los holandeses habían cedido. Por ello, en su parte sur, la frontera no discurre por el meridiano 141ºE sino por una línea situada a 141º03'E.


Actualmente, las prácticas de canibalismo y cazadores de cabezas han desaparecido de todas las tribus de Nueva Guinea, pero hay alguna tribu que mantiene un legado cultural e historias vivas en torno a estas prácticas. ¡Algunas voces dicen, sin embargo, que esto lo hacen para tener más atractivo de cara a los turistas! Realmente debe impactar cuando el compañero de trabajo, después de contarte sus vacaciones en el Caribe te pregunta qué has hecho este verano, y tú respondes: "Nada del otro mundo. Hemos pasado unos días en la selva de Nueva Guinea con unos caníbales ".



Lo que sí que es cierto es que el interior de la isla de Nueva Guinea es tan inaccesible que todavía guarda muchos secretos. Parece ser que durante los años 70 se entró en contacto con la última tribu aislada de Nueva Guinea, los Biami. Y aún ahora, a menudo, se van descubriendo nuevas especies de animales que viven en las profundidades de la Selva.

Estos condicionantes de aislamiento, falta de comunicaciones y de infraestructuras marcan profundamente un país. En el caso del lado este de la isla, Papúa Nueva Guinea, se llega al extremo que la misma capital, Port Moresby, también está aislada: Desde la ciudad, si se va en coche, sólo se puede acceder a las poblaciones de las afueras de la capital. El resto ya son montañas y selva, y las carreteras quedan interrumpidas. Todos los desplazamientos interiores por Papúa Nueva Guines hay que hacerlos en avión.



Viendo esta foto de Port Moresby, la capital de Papúa Nueva Guinea, queda patente que, a pesar de las dificultades, el país progresa a marchas muy rápidas. La razón es que la naturaleza ha puesto muchas dificultades a los papuanos, pero al mismo tiempo, también les ha dado muchos recursos, especialmente en el ámbito de la minería. Esto ha permitido que, desde hace casi 10 años, el país esté creciendo un 6% anual. Pero aún así, Papúa Nueva Guinea sigue estando en las posiciones bajas tanto de PIB per cápita, como de Índice de Desarrollo Humano. Esta reciente mejora en el bienestar va también ligada, en los últimos años, a la pacificación (más o menos) del conflicto con los habitantes de las islas Bougainville, que buscan la independencia.

En el lado oeste de la frontera, las cosas están bastante más moviditas. El trinomio "Indonesia - Derechos Humanos - Respeto a las minorías" ha sido siempre una utopía. Zonas como Aceh o Timor Oriental han sufrido los abusos y el sometimiento al poder indonesio; y la región indonesia de Papúa es otra víctima. Últimamente, la frágil democracia indonesia intenta apaciguar a los independentistas papuanos concediéndoles mayor autonomía y un parlamento propio. Pero parece que no es suficiente y más cuando los abusos, especialmente por parte del ejército y la policía indonesios, son el pan de cada día.
 
Los papuanos son melanesios
La mayoría de indonesios són austronesios


















 De hecho, a ambos lados de la frontera, a papuanos de Indonesia (el lado oeste, la antigua colonia holandesa) y de Papúa Nueva Guinea (el lado este, que era colonia británica), sólo los separa una línea que, hace siglos, trazaron holandeses e ingleses para repartirse la isla. Y a ambos lados hay un sentimiento de pertenecer a una única nación. Por ello, el objetivo último de aquellos que luchan contra la opresión indonesia en el oeste de la isla es muy claro: el OPM, el Organisasi Papua Merdeka (Movimiento de liberación de Papúa) quiere inicialmente la independencia para, a continuación federarse con sus "hermanos" de Papúa Nueva Guinea y, así, unir toda la isla en un solo país.




¡He llegado hasta aquí y todavía no ha aparecido la "niña de la selva"! En el próximo post os hablaré de los señores Kuegler y de su extraordinaria hija, Sabine: La niña de la Selva!

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