martes, 24 de marzo de 2015

Celebrar fin de año un 13 de enero


En el año 1582, el Papa Gregorio XIII introdujo un nuevo calendario, conocido desde entonces como Calendario Gregoriano. Este calendario sustituía al antiguo Calendario Juliano promovido por Julio César. La diferencia era mínima pero significativa: el antiguo Calendario Juliano consideraba el año de 365,25 días y por lo tanto, para compensarlo, cada cuatro años en el mes de febrero se añadía un día. El Calendario Gregoriano era más exacto ya que consideraba un año de 365,2425 días. Esto hacía que cada 4 años hubiera un febrero de 29 días excepto los años terminados en doble cero (1600, 1700, ...).



Sin embargo, después de 15 siglos de uso del Calendario Juliano, el error que este calendario había acumulado llegaba ya a los once días. Es decir, aunque la noche más corta del año siempre sea la del 23 de junio, por culpa del Calendario Juliano, la noche más corta del año se producía realmente el 4 de julio! Con el cambio de calendario se decidió, de paso, solucionar este desfase acumulado. Aquel 1582, los países católicos tuvieron un mes de Octubre muy peculiar: al día siguiente del jueves 4 de Octubre vino el viernes 15 de Octubre!

Pero en los países protestantes, este nuevo Calendario Gregoriano se interpretó como un intento de la iglesia católica de volver a recuperar el poder religioso sobre sus iglesias. Después de años de guerras de religión, ambas partes aún estaban bastante susceptibles!

Así pues, los países protestantes y ortodoxos tardaron varios años en adoptar el nuevo calendario. En algunos casos, como Rusia o Grecia hicieron el cambio ya en el siglo XX En el caso del Imperio Británico, sin embargo, "sólo" se esperaron hasta 1752. Es decir, 170 años en los que, al cruzar el Canal de la Mancha tenías que atrasar el calendario 11 días!

El mismo Calendar Act de 1750 que regulaba el cambio de calendario fue ratificado por Inglaterra y Escocia. Pero como, por cada ley del Reino Unido, siempre hay un lugar que hace una excepción, el Calendar Act no fue ratificado en todas partes. Esta excepción, a día de hoy todavía sigue utilizando el Calendario Juliano. Este sitio está, además, considerado el punto más remoto del Reino Unido: la Isla de Foula. Si llegáis a Foula desde las vecinas Islas Shetland, tenéis que retrasar vuestro calendario 12 días y, por tanto, cuando el 25 de diciembre celebran el día de Navidad, el resto del mundo ya está en 6 de enero, y cuando para ellos es Nochevieja, en Barcelona ya es 13 de enero!



Foula es una pequeña isla de 6 Km. de largo y 4 Km. de ancho formada por altos acantilados y cubierta de prados verdes situada en medio del Mar del Norte. La isla pertenece a las Islas Shetland, a medio camino entre Escocia y Noruega. Es decir, que Foula es la isla más remota de todas las remotas Islas Shetland.


Hay dos núcleos de población: Hametown y Ham, pero de hecho, las casas están dispersas por la isla, y los núcleos de población se consideran allí donde están los puntos neurálgicos, como el pequeño puerto, la oficina de correos o el aeródromo. Ham es el único punto de toda la isla donde podemos encontrar un poco de playa, ya que el resto de costa son acantilados. Y no lo digo para buscar un lugar donde poder bañarse; estamos en pleno Mar del Norte y el agua ya es gélida .... en verano! La presencia de una playa minúscula es lo que ha permitido a los habitantes de Foula construir un puerto. Este puerto, sin embargo, es de dimensiones tan reducidas, que las embarcaciones son izadas a tierra cuando no se utilizan, para que el puerto no quede bloqueado.


Durante los años 60, una serie de semanas con el mar en muy malas condiciones, impidieron que el ferry que une el minúsculo puerto de Ham, y las islas Shetland pudiese hacer la travesía. Al cabo de 3 meses sin ferry, los suministros y víveres comenzaban a disminuir dramáticamente, y el gobierno británico optó por hacer un vuelo arriesgado para llevar suministros de socorro. El avión, un viejo avión de transporte de los años 40, debía aterrizar en uno de los prados de la isla, del que previamente se habían apartado las ovejas, claro. Con lo que no se contaba es que, después de tantos días de mal tiempo, el suelo de estos prados estaba empapado de agua. Al tocar tierra, las ruedas delanteras del avión se hundieron en ese fango y el avión volcó. No hubo heridos y los suministros llegaron en buen estado, pero la tripulación se tuvo que quedar en Foula 3 semanas más hasta que el ferry pudo, por fin, alcanzar a la isla. Esto llevó a la decisión de construir una pista de aterrizaje que permitiera aterrizar con garantías en Foula. Bueno, todas las garantías que puede ofrecer una pista corta y sin asfaltar!


En la isla viven aproximadamente unas 38 personas. Digo aproximadamente porque algunos de sus habitantes sólo pasan temporadas o, por ejemplo, los niños, cuando hacen 11 años, son enviados a Lerwick, capital de las Shetland, para estudiar secundaria. Antiguamente, la población había llegado a más de 200 habitantes pero, durante el siglo XX, la falta de oportunidades para los habitantes, y la dureza de las condiciones de vida, hicieron que la población declinara poco a poco.



Y qué hacen esta gente viviendo aquí? La isla ha sido poblada desde el Neolítico y, durante estos picos de población que os mencionaba, en que se llegaba a los 200 habitantes o más, la malnutrición debía ser importante, ya que se considera que el suelo es muy poco fértil. Además, el aislamiento de la población creaba una situación de endogamia que, unida a la malnutrición, y la falta de contacto con el exterior provocaban que los habitantes de Foula fueran muy vulnerables a enfermedades. Por ejemplo, durante el siglo XVIII llegó a la isla un brote de viruela. Los habitantes de la isla no habían estado nunca en contacto con esta enfermedad y, por tanto, eran muy vulnerables; la totalidad de la población enfermó, y muchos de ellos murieron.

Ahora, sin embargo, todo esto ha cambiado: aunque hay un porcentaje importante de la población que son descendientes de los antiguos habitantes de la isla, ha venido gente de fuera, especialmente de las Shetland o del norte de Escocia. y también las condiciones de vida han mejorado mucho, de modo que las épocas de penurias ya forman parte del pasado.


Una peculiaridad de la población de la isla queda patente a la hora de rellenar una de esas encuestas en que te preguntan la profesión: los habitantes de Foula suelen tener 4 o 5 trabajos. En una comunidad tan pequeña, hay muchas tareas que hacer, y entre todos hay que hacer que todo funcione. Por ejemplo, tenemos a Peny Gear que, a sus 38 años tiene las siguientes profesiones: campesina, criadora de ponis, limpiadora de la escuela, supervisora ​​del comedor escolar, bombera del aeropuerto y guía para observar pájaros. O Amy Ratter, que con 32 años se encarga de su granja, es la responsable de mantener las bombas que dan suministro de agua a la isla y además, es bombera. Pluriempleo en grado superlativo!


Con este vídeo os podéis hacer una idea de lo que significa que la treintena de habitantes de la isla tengan que ocuparse de todas las tareas de la comunidad:



Pero lo que ha cambiado el futuro de la isla ha sido el turismo. De entrada hay un atractivo que, aunque os pueda sorprender, lleva muchos visitantes a la isla: la ornitología. La isla de Foula, además de ser el hogar de una treintena de personas, también está habitada por unos 50.000 pájaros, especialmente charranes árticos, colimbos y frailecillos.



Aparte de los pájaros, la isla ofrece un ambiente de recogimiento y tranquilidad y está muy bien preparada para acoger un número limitado de turistas. Los habitantes hacen de guías turísticos y muestran con orgullo como era la vida tradicional de la isla. Y en cuanto a la "infraestructura hotelera", se han creado alojamientos tipo Bed & Breakfast, gestionados por los habitantes de la isla. Algunos, como es el caso del Burns Cottage, tienen un encanto innegable!


La isla de Foula tiene además otra peculiaridad que, en este caso es lingüística: fue el último lugar donde se habló un idioma llamado Norn!

Os cuento: entre los siglos VIII y XV, es decir durante unos 700 años, Foula y el resto de las islas Shetland, así como las islas Orkney, situadas más al sur, pertenecieron a la corona noruega. Cuando los colonos vikingos llegaron a las Shetland, trajeron con ellos su idioma, el Norse (el origen de todas las lenguas escandinavas) y que, con el tiempo derivó en un idioma propio de las islas Shetland y Orkney que, incluso, se llegó a hablar en el norte de Escocia. Este idioma, el Norn, era similar al actual Faroés o Islandés. Cuando en el año 1468, las islas pasan a soberanía de la corona escocesa, el Norn es el único idioma que se habla en la isla. Poco a poco, sin embargo, el Norn va siendo sustituido por el Scots (no confundir con el Gaélico escocés), que es el idioma hermano del inglés, y que se habla en las tierras Bajas de Escocia. Durante los siglos XVII y XVIII, el Norn fue desapareciendo de las islas Shetland, pero resistió en Foula y en la vecina Unst hasta el siglo XIX, en que desapareció definitivamente.


La influencia nórdica en las islas fue muy importante: sólo hace falta que os fijéis en la bandera de las Islas Shetland, formada por una cruz nórdica (llamada también cruz de San Olaf) con los colores escoceses. Hoy en día, todavía se cantan algunas canciones tradicionales en Norn, y es muy común que los habitantes de las Shetland, tengan nombres de origen Norn o, por ejemplo, que el lema que acompaña el escudo de las Shetland, esté escrito en Norn.


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